Como muy bien acuñó Marshall McLuhan «el medio es el mensaje». Según esta máxima una buena portada de discos debería vender por si sola el producto al que acompaña. De tal forma, la portada de «In the court of Crimson King» editado en 1969 cumplía a la perfección su propósito. El diseño original era una ilustración de Barry Godber. El inquietante dibujo mostraba una cara aterrorizada que se iba descomponiendo al abrir la carpeta doble del vinilo.
El grupo había actuado unos meses antes en el concierto gratuito que dieron los Rolling Stones en Hyde Park. Era el concierto homenaje al recientemente fallecido Brian Jones. Ese día actuaron varios grupos pero sin duda King Crimson fue el grupo cuya música se diferenciaba del resto. Liderados por la guitarra de Robert Fripp, el grupo también contaba con la voz de Greg Lake, quien más tarde formaría el supergrupo Emerson, Lake and Palmer.
Desgraciadamente el autor de tan extraordinaria portada falleció de un ataque al corazón a la temprana de edad de veinticuatro años. Apenas pudo disfrutar del éxito de un disco que ayudó a vender. Robert Fripp diría sobre Godber en una entrevista en Rock and Folk: «Barry Godber no era pintor sino un programador de computadoras. Esta pintura fue la única que hizo. Él era amigo de Peter Sinfield y murió en 1970 de un ataque al corazón, cuando tenía 24 años. Peter trajo la pintura y a la banda le encantó. Recientemente, recubrí el original que estaba en las oficinas de EG porque estaba expuesta a la luz y bajo el riesgo de dañarse, así que acabé quitándola de allí. La cara que aparece afuera es la del Hombre Esquizoide y la de adentro es la del Rey Carmesí. Si miras a la cara sonriente, sus ojos revelan una increíble tristeza. ¿Qué puede uno agregar? Refleja la música.»
Considerado hoy en día como uno de los precursores del llamado rock sinfónico, «In the court of Crimson King» sigue siendo un clásico imperecedero. El disco se abría con unos extraños ruidos que daban paso a un riff de guitarra cortante, era el «21st century schizoid man», hombre esquizodide del siglo XXI. Pero no era la única joya que escondía el disco, canciones como «Epitaph» o la que da título al álbum se han convertido en auténticos himnos.
Actualmente, el grupo se encuentra embarcado en la gira de su 50 aniversario. La formación que ha sufrido numerosos cambios a lo largo de su historia, esta integrada en esta gira por tres baterías (Mastelotto, Gavin Harrison y Jeremy Stacey); la voz y la guitarra de Jakko Jakszyk (cuyo timbre recuerda mucho al de John Wetton, otro de los cantantes históricos de la banda); el gran Tony Levin y su stick bass; el legendario saxofonista Mell Collins, y el gran multiinstrumentista Bill Rieflin. Todos ellos liderados lógicamente por Fripp.
+info: https://www.dgmlive.com