Annie Leibovitz no es solamente la fotógrafa mejor pagada del mundo si no también una de las que mejor ha sabido retratar a las estrellas del rock.
Nacida en Estados Unidos, esta fotógrafa de 68 años ha trabajado para revistas tan prestigiosas como Vanity Fair, Rolling Stone y Vogue. Por el objetivo de su cámara han pasado no solamente grandes leyendas del rock y del cine, sino también celebridades como la Reina de Inglaterra o el científico Stephen Hawking.
Admiradora de Cartier-Bresson, se podría decir que su especialidad son los retratos y saber sacar lo mejor de sus modelos. Sin duda, muchos artistas no se prestarían a realizar lo que si hacen con Leibovitz.
«Es divertido hacer fotos conmigo. Algunas veces pongo a la gente en el barro y otras las cuelgo del techo».
Si hay una fotografía por la que sin duda pasará a la historia, esa es sin duda la que realizó a John Lennon para la revista Rolling Stone en 1980. Fue la última en fotografiar al músico inglés, quién sería asesinado horas más tarde. Sin duda un hecho fortuito pero que convertiría esta portada en la más importante de los últimos 40 años. Esta fotografía representa muy bien el fin de la inocencia que caracterizó los años sesenta y parte de los setenta.
En sus años en Rolling Stone, acompañó a grandes escritores de la revista como Hunter S. Thompson o Tom Wolfe. También se fue de gira con los Rolling Stones, tomando el relevo de su amado Robert Frank, quién rodó un documental para la banda que nunca se hizo publico. Ir de gira con Sus Satánicas Majestades casi le cuesta la vida, admite que tuvo que asistir a rehabilitación.
Después de su etapa en Rolling Stone, de la que llegó a ser directora del departamento de fotografía, se marchó a Vanity Fair en 1983. A partir de aquí sus fotografías pasan a ser más glamorosas y quizás menos espontáneas. De esta época son fotografías famosas como la de Demi Moore embarazada o Whoopi Goldberg sumergida en una bañera de leche. Sin embargo, sus retratos para grandes iconos de la música no terminaron aquí. En 1984 realizó la portada de «Born in the USA», el disco que convirtió a Bruce Springsteen en estrella planetaria. El músico de New Jersey tenía dudas sobre lo de retratarse con la bandera americana, pero acabó cediendo ante la insistencia de Annie, que sabía la foto del trasero de Bruce era la correcta.
En 2013, la Fundación Premio Principe de Asturias decidió concederle el premio de Comunicación y Humanidades, galardón que ya había obtenido anteriormente su ex-pareja sentimental, la escritora Susan Sontag, quién obtuvo el premio en 2003. Entonces confesó que si hay un cantante al que le hubiera gustado retratar, ese hubiera sido Elvis Presley.