Revolution es una canción escrita por John Lennon que tiene un mensaje político evidente, pero en 1987 sirvió también para vender zapatillas.
La pregunta sería ¿Cómo acabaron los Beatles protagonizando un anuncio publicitario? La respuesta la encontramos unos años antes. Corría el año 83 y Paul McCartney andaba loco por comprar los derechos editoriales de la mayoría de las canciones de los Beatles. Por extraño que parezca al ex-beatle no le alcanzaba el dinero. Entonces recurrió a su amigo Michael, con el que acababa de grabar la canción «Say Say Say« para su disco Pices of Peace. Pero Michael traicionó a Paul y acabó comprando el catálogo él solo.
Jackson tenía que recuperar rápidamente el dinero invertido y acabo aceptando medio millón de dólares para que Nike usara la canción. La empresa de las zapatillas no era por aquel entonces ni mucho menos lo que es hoy en día. De hecho el anuncio de Revolution fue el primero que lanzaron. El anuncio resultante, en blanco y negro, y con imágenes grabadas con cámara al hombro, se lanzó en 1987 y fue todo un éxito. Para 1991, Nike había amortizado lo invertido en el anuncio y poseía ya el 29% del mercado mundial de zapatillas deportivas, y sus ventas superaron la cifra de 300.000 millones de dólares.
Por supuesto que el anuncio tuvo sus detractores. Nike había cogido una canción protesta y la había vendido al capitalismo. Apple Records demandó a la firma por traicionar el mensaje de los Beatles, y se llegó a un acuerdo judicial en el que las discográficas Apple, EMI y Capitol decidieron que jamás se volvieran a usar canciones del grupo británico en anuncios. Pero ya era tarde, la canción que fue cara B de Hey Jude y que tuvo una versión acústica y más lenta en el album blanco había sido fagocitarla. Atrás quedaba su lamento por las movilizaciones de 1968, un momento que coincidió con la guerra de Vietnam y la Revolución Cultural china. Aún así, la canción pasó desapercibida en su momento y tuvo mucho más éxito años más tarde, quizás gracias al anuncio.
Años más tarde cuando Michael Jackson entró en bancarrota, tuvo que venderle el catálogo de las canciones de los Beatles a Sony Corporation por 95 millones de dólares. Su relación con Paul nunca se rehizo después de este incidente. Tampoco McCartney ha podido recuperar sus canciones que continúan en manos de los japoneses. En el libro ‘Advertising Revolution: The Story of a Song’, se cuenta la curiosa historia de esta canción.