La nueva película de la factoría Pixar nos lleva de viaje por el más allá a ritmo de jazz.
Tras varios meses retrasando su estreno, la última película de Pixar se ha se ha estrenado directamente en Disney+ sin pasar por los cines. Otra consecuencia más de la pandemia. Las temáticas que aborda Soul son realmente muy profundas para una película de animación para niños, aunque obviamente esta también pensada para el público adulto. La cinta plantea cuestiones como ¿Qué hay más allá de la muerte o cuál es el sentido de la existencia? Casi nada.
Tras el éxito de Inside Out, nuevamente Pete Docter se encarga de la dirección. El protagonista es un músico de jazz frustrado que se gana la vida como profesor y a quién pone voz Jamie Foxx. Una elección inteligente, teniendo en cuenta que el actor afroamericano ya protagonizó el biopic de Ray Charles, por el que consiguiera su único Oscar. Además de éste, el otro gran personaje de la cinta es 22, esa alma en busca de cuerpo a la que pone voz Tina Fey.
De la parte musical se encargan Trent Reznor y Atticus Ross que cada vez eligen proyecto más arriesgados (este año también han compuesto la banda sonora de Mank).
Técnicamente es impecable como todo lo que hace Pixar. Representar gráficamente algo tan intangible como el jazz no es nada fácil. Pero no es la primera vez que Disney se adentra en este mundo. Ya en 1929 el propio Mickey luchaba contra un piano rebelde en The Jazz Fool. Y en 1935 Music Land representaba el romance entre un saxo y un violín.
Y quien no recuerda ese rey Louie del Libro de la Selva o la magnífica canción Todos quieren se gato jazz, compuesta inicialemente para que Louis Armstrong la cantara en Los Aristogatos.
El mensaje final de la película es el de saber apreciar las pequeñas cosas que tiene la vida porque ya lo decía John Lennon «la vida es eso que ocurre mientras estas ocupado haciendo otros planes».
