El sexo explícito o implícito ha sido una de las bases fundamentales en las que se ha basado la iconografía del rock. Hay que tener en cuenta que desde sus inicios, el rock and roll fue una música orientada hacia la juventud y pensada para estimular sus más bajos instintos. No en vano a Elvis se le mostraba de cintura para arriba cuando salían en la puritana televisión norteamericana por algo.
Como también pasó con la publicidad o con el arte, el sexo femenino ha sido principalmente el que se ha representado en la mayoría del imaginario del rock, salvo excepciones como el famoso plátano de la portada de The Velvet Underground & Nico diseñada por Andy Warhol y su inscripción «pelar despacio y ver».
Al fin y al cabo, en sus inicios la industria estaba dominada principalmente por hombres. A finales de los años sesenta y con la llegada del movimiento hippie, se fue haciendo cada vez más popular mostrar los cuerpos desnudos de las mujeres. Así aparecían por ejemplo en la portada del disco de 1968 de Electric Ladyland de The Jimi Hendrix Experience. Aunque no es la portada original que se usó en Estados Unidos, esta portada creada por la discográfica que lanzó el disco en el Reino Unido fue la que se distribuyó en todo el mundo a pesar de no ser del agrado del propio Hendrix y de ser prohibida en algunos países.
Mucho más artística se puede considerar la portada de Unfinished Music No.1: Two Virgins, el disco experimental que John Lennon y Yoko Ono publicaron el mismo año. La foto fue tomada por ellos mismos usando el disparador automático de la cámara. En la contraportada aparecía la misma foto pero con la pareja de espaldas. La portada fue un escándalo lo que provocó que se distribuyera con una funda de papel marrón en la que solamente se podía ver la cara de la pareja, y eso que ninguno de los dos tenía un cuerpo como para destapar los deseos sexuales de nadie. Lennon confesaría años más tarde que Ono le empujó a ir de moderno y desnudarse, algo que no habría hecho sin la influencia de la artista japonesa.
Un año más tarde, en 1969, el fotógrafo Bob Seideman buscaba una modelo para la portada del primer disco de Blind Faith, el supergrupo formado por Eric Clapton y Steve Winwood. Viajando en el metro vio a una chica joven a la que le ofreció salir desnuda, pero finalmente fue su hermana Mariora la que posó con una nave espacial con una forma bastante fálica. La explicación, hacia poco que el hombre había pisado la luna. La chica simbolizaba la inocencia, la fruta del árbol de la vida que sostiene la fruta del conocimiento, representada por la nave. Por supuesto, a la compañía estadounidense no le hacía mucha gracia lanzar un disco con una chica adolescente desnuda en la portada. Se preparó una portada alternativa que mostraba una entrada de un concierto. Pero Clapton fue tajante, sin portada no hay disco. Aunque finalmente, la versión americana mostraba una foto bastante anodina de la banda.
Desde sus comienzos, Roxy Music, intentaron que sus portadas fueran lo más sexys posibles. El propio Brian Ferry reclutó a las dos chicas de la portada de su disco de 1974 en unas vacaciones en el Algarve portugués. Ellas misma eligieron la lencería con la que fueron inmortalizadas bajo la lente del fotógrafo Eric Boman. La idea era hacer una especie de parodia de la revista británica de caza y pesca Country Life, de ahí el título del disco que incluso imita el logotipo del magazine. En Estados Unidos eliminaron a las chicas y dejaron solamente la vegetación, mucho más sugerente claro.
Aunque la fotografía es siempre más directa, hay ocasiones en que una buena ilustración también puede resultar bastante sugerente. Es el caso del disco de Leonard Cohen de 1974, New Skin for the Old Ceremony. La imagen de los dos seres alados y coronados en abrazo sexual estaba sacada del texto alquímico Rosarium philosophorum. Como no en Estados Unidos prefirieron una foto del siempre excitante Cohen en su lugar.
El artista mejicano Alberto Vargas especializado en pintar pin-ups fue el elegido para ilustrar el segundo disco de The Cars. A pesar del nombre del grupo, lo de menos en la portada es el coche. Sin duda, el legendario artista que ya rondaba los 83 años de edad y estaba medio retirado, se recreó en su obra, tanto que hubo que insistirle para que eliminara el pelo púbico de las primeras versiones.
A las mujeres del rock se les pedía cada vez más que enseñarán más carne. Y en eso sin duda la mayor experta ha sido Madonna, quién desde los años ochenta ha explotado su cuerpo para vender su música. Aunque nunca fue tan lejos como con la edición de su libro Sex, un superventas que se agotó inmediatamente. Pero en el caso de las portadas la más directa ha sido sin duda la de Hard Candy de 2008.
Otro experto en el arte de la seducción, Prince, tiene canciones plagadas de connotaciones eróticas. Para su álbum de 1988, Lovesexy, eligió al fotógrafo Jean-Baptiste Mondino para posar desnudo de una manera bastante andrógina, por lo menos la pose porque una de las flores del fondo muestra un falo bastante evidente.
Ya entrados en la década de los 90, nuevos grupos como Red Hot Chili Peppers o Jane’s Addiction siguieron basando su iconografía en el sexo. Perry Farrell vocalista de estos últimos, realizó el mismo los tres muñecos de papel maché a escala real para la portada del disco Ritual de lo habitual. Y claro al ser él el propio artista, se reservó uno de los personajes de este ménage à trois.
Quizás se pueda pensar que cerca del siglo XXI, nadie se iba a escandalizar ya por ver una portada con una mujer en bikini. Pero claro, si la fotografía esta demasiado centrada en la parte baja y del bikini con la bandera de los Estados Unidos sobresale parte del vello púbico, ya es ir muy lejos. El disco Amorica de The Black Crowes publicado en 1994 acabo apareciendo en muchos lugares con la modelo eliminada por un fondo negro.
La banda de brit pop Pulp pretendía que se les tomara un poco más en serio y por eso publicaron un disco titulado This is Hardcore en cuya portada aparecía una modelo rusa de 18 años practicando sexo oral. Eso sí, la figura masculina no aparece pero adelantándose a los acontecimientos, el diseñador Peter Saville eligió para el título una tipografía muy similar a la que utilizaban los censores.
Terminamos con la portada de Is this it, primer disco de The Strokes, banda americana seguidores del fetichismo de The Velvet Underground. El fotógrafo Colin Lane pidió a su novia que posase solamente con un guante de cuero. Algunos han querido ver influencias del trabajo de Helmut Newton, pero nuevamente la América conservadora no vio nada artístico en mostrar el trasero de una mujer.
En colaboración con arturbation.com