John Van Hamersveld

John Van Hamersveld, surfin’ USA

Se cumplen cincuenta años de «Exile on Main St», el disco doble de los Rolling Stones. Recordamos cómo se gestó su portada con John Van Hamersveld y hacemos un repaso a su carrera. 

A sus ochenta años, John sigue mostrando una gran vitalidad, la misma con la que perseguía una ola por las playas de California. Estos días anda bastante ocupado atendiendo entrevistas con motivo del cincuenta aniversario de Exile on Main St, publicado en 1972. Desde su estudio en Palos Verdes, hacemos un recorrido por su larga carrera en el mundo del diseño gráfico. 

¿Qué recuerdas de trabajar con los Rolling Stones?

Los Rolling Stones me contrataron directamente, no la compañía. Me pagaron diez mil dólares más o menos. Ellos eran un par de años más jóvenes que yo en ese momento y Norman Seef, el fotógrafo, era un año mayor que yo. Yo había estado en Londres y tenía una novia llamada Chris O’Dell. Después se convirtió en asistente de Mick Jagger y yo no entendía qué hacía ahora con ellos, hasta que me explicaron que trabajaba para la banda. Después Jagger y Richards se sentaron en un sofá y yo les enseñé mi portfolio. 

¿Fuiste tú quién sugirió trabajar con Robert Frank?

Yo conocía a Frank de Nueva York y cuando apareció en la habitación le dije a Jagger: ¿Por qué no usamos a Frank para la portada? Así fue como Frank acabó llevándose a la banda a la calle Main de Los Ángeles para hacerles algunas fotografías con una cámara pequeña. Luego realizó una serie de collages con las fotografías que de alguna manera eran como los que había realizado para su libro The Americans. Mick, sentado a mi derecha, me miró y ambos estuvimos de acuerdo que esta debía ser la composición para la portada de Exile on Main St. De repente, Keith dijo desde el borde de la mesa: «Hacer algunas postales», mostrándonos con las manos una colección de postales plegadas en acordeón. A continuación perdió el equilibrio porque estaba bastante colocado y cayó sobre la alfombra. Le dije a Mick: «Tomemos eso como una idea y hagámoslo». Estuvo de acuerdo y Marshall dijo: «Hecho». Marshall y Jagger me entregaron una pila de fotos hechas por Frank durante el fin de semana. Con todas esas ideas en mi cabeza salí para mi casa en el Chapman Park Studio Building. Corte algunas frases de las canciones para colocarlas aquí y allá y Mick escribió los títulos a mano, y eso inició todo un movimiento artístico, el punk. 

exile on main st
Portad de Exile on Main St, 1972.

¿Has estado involucrado con diferentes bandas de punk?

Bueno, más tarde acabe realizando la portada del disco de John Lydon de 1984. Me dijo que quería una portada similar a la de Exile porque había influenciado el estilo de lo que hacían en Londres a finales de los años setenta. Pero cuando el movimiento punk apareció yo era mucho más mayor.

En tu autobiografía cuentas que comenzaste a diseñar portadas de discos un poco por accidente gracias al éxito del cartel de The Endless Summer.

Salí de la Escuela de Arte como una especie de artista multidisciplinar. Teníamos video, animación y fotografía y todo eso me cambió. Entonces lo que ocurrió es que el cartel de The Endless Summer fue una gran éxito en Nueva York. Yo tenía un amigo que trabajaba en el departamento de arte de Capitol Records, me reuní con él y me enseñó la portada de la banda sonora de la película en la que habían usado mi diseño. Yo nunca había tocado una portada antes, y así me convertí en diseñador de portadas de discos. Me dijo que tenía trabajo para mí y que me llamaría en tres semanas. De esta forma con veinticinco años me convertí en el director de arte de Capitol Records. Y así es como luego acabe diseñando la versión americana de la portada de Magical Mistery Tour de The Beatles. 

¿Llegaste a conocer a The Beatles?

Bryan Ness, el vicepresidente de Capitol Records, me llamó a su oficina y me enseñó el diseño que tenían para la portada y me dijo: No podemos vender esto. ¿Dónde está John Lennon? ¿Dónde están los Beatles?. John tú que conoces todo eso de la psicodelia, llévatelo a casa y mira a ver si puedes hacer algo. Me lo llevé a casa y volvía al día siguiente con el diseño. 

The Magical Mystery Tour

Portada de The Magical Mystery Tour, 1967

Más o menos en esta época fue cuando comenzaste a organizar los Pinnacle Rock Concerts. 

Yo estaba aprendiendo realmente mucho del negocio de la música, así que un día les dije a los estudiantes de arte que venían al estudio, ¿por qué no montamos una compañía llamada Pinnacle Rock Concerts?  Acabamos montándola en San Francisco y al primer show acudieron unas tres mil personas. Se convirtió en un espectáculo multimedia. Teníamos un sistema de sonido, el auditorio, las bandas y comencé a ocuparme también de la publicidad y los carteles.  En un años acabaron pasando unas cuarenta y cinco bandas de todo el mundo. Entonces dejé mi trabajo en Capitol Records  porque esto era más interesante. 

Jimi Hendrix poster
Cartel de Jimi Hendrix

¿Todavía haces surf?

No, tengo 80 años. Parcialmente por el sol, incluso con protector solar acabas cogiendo todo tipo de enfermedades. Dejé de surfear cuando estaba en Hollywood pero luego me mudé a Malibú en los ochenta y comencé a surfear de nuevo durante doce años y entonces mi negocio se convirtió en el negocio del surf. Entonces compré un par de compañías de ropa de surf. En 1980 todo el mundo quería surfear, era una locura. Había gente comprando ropa y tablas de surf y pagaban unos 2000 dólares por ir a surfear. Y entonces volví a vender otra vez el cartel de The Endless Summer.

Eso me recuerda una portada de The Beach Boys que tú diseñaste, Wild Honey.

Sí, eran surferos. En realidad querían crear su propia versión de The Endless Summer, porque ese cartel fue un gran éxito en todo el país, se convirtió en una especie de sello de identidad para toda una generación.

¿Había cierta animosidad entre los verdaderos surfistas y The Beach Boys durante esa época?

Totalmente, eran muy comerciales, una especie de broma.

The Endless Summer
Cartel para la película The Endless Summer, 1966

¿Qué otros artistas admiras? ¿Hay alguién con quién te hubiera gustado trabajar?

Cuando estaba en la escuela de arte llegué a conocer a Andy Warhol, mi compañero de cuarto acaba de regresar de Nueva York dónde había estado en la Factory y cuando volvió me lo presentó. Cuando estaba en la escuela de arte la única razón por la que me adentre en todos esos medios, la fotografía, la animación, el video y la performance era por Andy Warhol. En cierta manera, Warhol no pintaba, sino que usaba todos esos medios para comunicar, por lo que fue uno de los primeros artistas conceptuales.

Eso me recuerda que tú comenzaste tu carrera antes de la era digital, ¿ves alguna desventaja en la forma en que se usa la tecnología hoy en día o piensas que es genial?

Bueno mi padre era ingeniero y mi madre era artista, por tanto cuando tenían una idea tenían que dibujarla en un papel. Mi madre me llevó a muchos museos y cuando entré en la escuela de Arte con catorce años que se llamaba la Art Centre College of Design me enseñaron el diseño europeo de la Bauhaus que era más conceptual. Luego con treinta y cinco años fui profesor de diseño por lo que llevaba unos veinte años en la escena artística. Entonces cuando llegaron los años ochenta, yo había atravesado ya por todos estos cambios, y entonces en 1983 vino un fotógrafo a mi estudio y me dijo que conocía a Steve Jobs y que tenía un ordenador llamado Liza, ni siquiera era un Mac todavía. Entonces Steve me dejó uno de estos ordenadores y me dediqué a hacer pruebas antes incluso de la explosión del ordenador. De todas formas yo ya era bastante mayor como para competir con toda esta nueva generación de diseñadores que usaban el ordenador. Finalmente decidí dividir en dos mi estudio, una parte para el dibujo manual y otra para el trabajo con ordenador para lo que contraté a mucha gente jóven. Luego llegó internet y pude internacionalizar mis diseños, ahora hay un todo un grupo de gente alrededor del mundo que compra mis productos. Por lo tanto, al final al igual que hacían mi padre y mi madre, hay una idea que trasladó a una hoja de papel y que luego puedo fotografiar, pasarla al ordenador y distribuirla alrededor del mundo. Soy un artista analógico reconvertido al mundo digital. Ahora el Metaverso es otra oportunidad de negocio distinta de internet. Ahora puedo vender la imagen de Johnny World en diferentes formatos como NFT’s.

Entonces, ¿al final lo importante es la idea?

Así es.

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