Literatura y música se dan la mano en The Papertracks un proyecto de dos diseñadores argentinos.
Lo que comenzó como un juego, se acabó convirtiendo en una idea genial para ilustrar las portadas de muchos libros clásicos. En 2016, los diseñadores gráficos argentinos, Juan Bergerot y Max Rompo comenzaron una colección titulada The Papertracks. Ambos trabajaban por aquel entonces en Penguin Random House y descubrieron que para cada libro había una disco que encajaba como anillo al dedo. «Cuando nos dimos cuenta de que teníamos más de cien títulos pensados, elegimos un nombre y empezamos a subir los diseños a las redes» comentan.
El rock no ha estado tan alejado de la literatura como muchos puedan pensar. Escritores de la generación beat como Jack Kerouac o William Burroughs han servido de inspiración para muchos artistas desde Kurt Cobain a The Clash. Muchos se rasgaron las vestiduras cuando en el año 2016 otorgaron a Bob Dylan el Premio Nobel de Literatura. Pero la academia sueca estaba reconociendo la madurez alcanzada por el rock.
Al igual que ocurre con el artista ruso Igor Lipchanskiy, quién desde su cuenta de Instagram reinterpreta portadas de discos camuflados en ellas, The Papertracks cambia el significado de muchos de estos álbumes.
Entre los libros reinterpretamos también se encuentran algunos de escritores argentinos contemporáneos. Algunos de ellos incluso han dado el visto bueno a la nueva cubierta, tal es el caso de Historia del pelo, de Alan Pauls, con la tapa de Queen II. No podemos saber sin embargo que hubiera pensado Humberto Eco al ver su famosa novela El nombre de la Rosa con el Blood, Sugar, Sex and Magik de Red Hot Chili Peppers; o Saramago y su Ensayo sobre la Ceguera representado por David Bowie.
Rompo tiene una trayectoria en la que combina el diseño de portadas de libros con la realización de videoclips o carteles para Fito Páez. Por su parte Bergerot es Digital Product Manager de Penguin y trabaja en desarrollo de nuevas tecnologías en la industria editorial.
Al tratarse de un proyecto que no ha tenido un recorrido comercial, no han tenido que pedir permiso por la utilización de material ajeno. «Son ideas que nacen del amor por los libros y los discos», señala Rompo.
Algunas asociaciones resultan francamente curiosas, pues parecen haberse diseñado ex profeso. Quién no ha pensado viendo la portada de Transformer de Lou Reed que parecía una especie de Frankestein, al igual que Marilyn Manson es el mismísimo Drácula en The Golden Age of Grotesque.
Si muchos libros han recurrido a la historia del arte como recurso estilístico o metafórico, ¿no son acaso las portadas de discos ya un clásico de la cultura visual? Al fin y al cabo Sgt.Pepper’s de The Beatles es tan obra maestra como los Cien años de soledad de García Marquez al que representa. Y es que por mucho que estemos cansado de ver esta portada siempre se le puede encontrar un nuevo significado. Lo mismo ocurre con otro clásico del cuarteto de Liverpool cuando su Abbey Road ilustra El origen de las especies de Darwin.
Aunque el proyecto se encuentra parado en la actualidad, quizás en algún momento decidan retomarlo. Muchos sin duda se lo agradeceríamos.
+info: https://www.behance.net/gallery/64539697/The-Papertracks
