El artista gráfico Jason Munn ha estado diseñando carteles de rock bajo el apodo de «The Small Stakes» desde 2002, Desde entonces, ha tenido la oportunidad de trabajar con bandas como The National o The Flaming Lips.
Cuando uno ve la simplicidad y la limpieza de los carteles de Jason Munn no puede evitar pensar en aquella frase de Mies Van der Rohe, «menos es más».
Aunque nació en Neenah, Wisconsin, es realmente en California donde ha desarrollado su carrera profesional. Comenzó diseñando posters para artistas locales de música independiente bajo el seudónimo de The Small Stakes (nombre de una canción del grupo Spoon) pero a partir de 2010 comenzó a utilizar su propio nombre.
Un estilo muy poco psicodélico
El estilo austero de Munn contrasta bastante con el de los artistas psicodélicos que trabajaron antes que él en la bahía de San Francisco. A diferencia estos diseñadores que entendían el diseño como una experiencia trascendental por medio de la utilización de drogas, el trabajo de Munn irradia una serenidad zen, un amor por el espacio negativo y una reverencia casi religiosa por la tipografía.
Sus influencias vienen más de diseñadores como Saul Bass, que aunque trabajó principalmente en el mundo del cine, si cultivo ese gusto por la simplicidad del diseño. También encuentra inspiración en el diseño de libros de mediados de siglo. Sus carteles se asemejan a novelas de vanguardia de prensas como New Directions o Dial. «Me gusta la forma en que intentan resumir muchas cosas, toda una novela, en un espacio pequeño», dice Munn. El diseño austero, casi constructivista, no era solo una elección estética: por razones económicas y tecnológicas, los editores de los años 40 y 50 generalmente usaban un número limitado de colores y formas. También le gusta la elegancia del modernismo japonés previo al anime.
De los pocos diseñares relacionados con el rock que admira es a Peter Saville, el diseñador de los carteles y los discos de Joy Division o New Order para Factory Records.
El trabajo de Jason comienza con bocetos a mano que posteriormente desarrolla en Illustrator. La impresión final la realiza por medio de la serigrafía. Técnica esta última que tiene un resultado algo imperfecto, que le da más personalidad a los carteles. De hecho es de esos artistas que todavía siente cierta añoranza del diseño pre-digital.
Su jornada laboral suele terminar con una carrera nocturna que le sirve para despejar la mente.
A lo largo de su carrera, Munn ha colaborado con numerosas bandas y artistas como Beck, The National, Saint Eitienne o The Postal Service. Una selección de estos carteles forman parte de la colección permanente de Museo de Arte Moderno de San Francisco, el Museo de Arte de Denver y la Biblioteca Pública de San Francisco. Además, en 2010, la editorial Chronicle Books publicó un libro monográfico, “The Small Stakes”, que recopilaba sus mejores trabajos desde el 2002 hasta 2009.
«Me encantan las cosas que se sienten atemporales», dice Munn. «Quiero ver el trabajo en 10 años y no sentir, ‘Oh, eso es muy 2005′».
+info: jasonmunn.com
