Hasta el 15 de Septiembre se puede visitar en Ifema la exposición que repasa la carrera de Pink Floyd.
Lo primero que recibe el visitante cuando se adentra en el pabellón 5 de Ifema son unos auriculares. Estos se activan de forma automática cada vez que se pasa delante de un televisor, haciendo de la experiencia un viaje interactivo que recorre todas las etapas de la carrera del grupo. El sonido envolvente ha sido una de las constantes de su trayectoria, así como las icónicas imágenes de sus portadas. Muchas de ellas recreadas para la ocasión.
Tras su exitoso paso por Londres, Roma y Dortmund, The Pink Floyd Exhibition: Their Mortal Remains fue presentada en Madrid por el propio Nick Mason, batería y ahora embajador oficial de la banda. En el poco tiempo que estuvo en la capital, le dio tiempo de asistir al programa de Broncano, que le sometió a una serie de preguntas cada cual más surrealista.
Como es lógico, el principio de la exposición esta dedicado a los tiempos en que Syd Barret era el líder de la banda. Fue durante esta etapa en la que Pink Floyd cimentó su leyenda como una de las bandas psicodélicas esenciales del underground londinense. Aún sigue sorprendiendo que el grupo supiera sobreponerse a la temprana pérdida de su principal compositor y cantante.
Las siguientes salas hacen un repaso de cada uno de los discos que la banda público. Quizás se echan en falta una mayor profundidad de contenido en la parte dedicada a The Dark Side of the moon, pues evidentemente es el disco que marca un antes y un después en la carrera de la banda, pasándo de banda de culto a fenómeno de masas.
Lógicamente, la parte más espectacular de la exposición es la dedicada a The Wall, donde podemos ver algunos de los muñecos hinchables diseñados para la gira del disco por Gerald Scarfe, además de reproducción del muro tal y como se construía en los conciertos de esta gira. También aparece el famoso Algie, el cerdo volador omnipresente desde los tiempos de Animals. Sin duda, gran parte del protagonismo de la exposición son las portadas de los discos, y ahí tuvieron mucho que ver los diseñadores de Hypgnosis , amigos personales de la banda desde que eran estudiantes y de los que ya solo queda con vida Aubrey Powell. El catálogo completo con todas las portadas que realizaron durante los años sesenta se puede adquirir en la tienda de la exposición.
La parte final de la exposición se centra en los años en los que Roger Waters ya no estaba en el grupo. Durante estos años seguramente la música del grupo dejó de ser innovadora aunque mantuvo la calidad. Lo que no perdió fue la espectacularidad de sus puestas en escena, como muy bien representan las camas de A momentary lapse of reason o las estatuas de la portada de The Division Bell.