El documental, dirigido por Alex Winter, muestra imágenes nunca vistas hasta ahora de la vida del músico y compositor Frank Zappa.
A simple vista la vida de Frank Zappa parece tan inabarcable como su vasto legado musical. Pero el director Alex Winter no debió de pensar lo mismo, sobretodo cuando la familia de Zappa te da acceso a todo tipo de material inédito, desde piezas musicales, proyectos incompletos, entrevistas no vistas y grabaciones de conciertos. Aunque habría que recordar que hace tan solo cuatro años, ya se se estrenó un documental que también incluía material inédito, Eat That Question: Frank Zappa in His Own Words.
Con esta riqueza de material, solamente te falta añadir algunas entrevistas entrevistas actuales con los amigos más cercanos y colaboradores musicales de Frank. Así van apareciendo en pantalla músicos como Ian Underwood o Steve Vai, pero también algún personaje tan extravagante como la groupie Pamela Des Barres.
La película comienza con uno de los capítulos más extraños de la vida de Zappa, cuando a petición a petición del presidente Václav Havel, se convirtió en asesor de comercio, cultura y turismo de la República Checa. Allí dio su última concierto para conmemorar la retirada de las tropas rusas. Como revela la película, su interés por la música empezó siendo todavía un adolescente. Fue en esta época cuando se encontró por primera vez con las obras de Edgar Varese, cuyas composiciones eran a menudo descartadas como nada más que ruido. Para su decimoquinto cumpleaños, su madre le regaló una conversación telefónica con el compositor de música contemporánea.
Ya en la escuela entabló amistad con el futuro Captain Beefhear, quién lo introdujo en la música blues. Aunque aún pasarían algunos años antes de formar The Mothers of Invention, con quienes grabaría álbumes tan fundamentales para la historia del rock, y también bastante extraños todo sea dicho, como Freak Out (1966) y We’re Only In it for the Money (1968). En este último parodiaba tanto la música hippie como el mismísimo Sgt. Pepper’s, publicado tan solo un año antes.
A lo largo de su carrera, Zappa ha mostrado una extraordinaria capacidad para mantenerse al margen de los caprichos de la industria musical. Esto también lo llevó a testificar contra los intentos del Centro de Recursos Musicales para Padres de censurar las letras de la música. La ironía y el sentido del humor que esconden muchas de sus canciones, no han sido del todo bien entendidas, para muestra baste con escuchar la letra de «Jewish Princess».
Al final acabamos con la impresión de que Zappa era no solo un innovador musical, sino también un perfeccionista del más alto grado. al que no le importaba ensayar una y otra vez hasta que lo que él y sus músicos tocaban coincidía con el sonido que escuchaba en su cabeza.
Aunque la película se ha estrenado simultáneamente en cines y en numerosas plataformas online, parece que aquí en España todavía tendremos que esperar algún tiempo para poder disfrutar de la cinta.
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