El pasado 31 de mayo se estrenaba Rocketman, el biopic sobre Elton John. Las comparaciones con la película de Queen son inevitables.
Parece que en los próximos años vamos a ver una oleada de películas sobre grandes estrellas del rock. A las ya estrenadas sobre Elton John y Freddie Mercury se sumara pronto un biopic sobre Boy George, al margen de los que se preparan sobre David Bowie y Prince. Todas estas películas siguen más o menos una misma estructura, infancia pobre o problemática, ascenso meteórico a la fama, problemas con las drogas y el sexo y redención. A pesar de esto hay algunas diferencias notables.
Bohemian Rhapsody se convirtió en un inesperado éxito mundial, quizás porque estaba pensada para agradar a todos los públicos. Suele ser algo habitual en las biografías de este tipo blanquear las partes más oscuras del personaje en cuestión. La vida de Freddie Mercury no es una excepción, y aunque en la película no ocultan su homosexualidad, si que intentan evitar sus excesos sexuales. De hecho Elton y Freddie compartían muchas cosas, ademas de ser grandes amigos. Ambos pasaron tiempo enganchados a la cocaína y sus bacanales sexuales eran célebres.
Un musical y no un biopic con canciones
La película sobre Reginald Dwight es más sincera. De hecho es extraño que una cantante que todavía continúa en activo (aunque ha anunciado una gira de despedida) se desnude de esa forma ante su público. El film arranca con la llegada de su protagonista con Elton acudiendo a una sesión de alcohólicos anónimos desde dónde irá contando diferentes etapas de su vida. Rocketman no es lineal en su estructura, sino que va saltando de un año a otro sin seguir del todo una cronología. Se mezclan canciones más recientes con otras más antiguas como si se hubiesen concebido en el mismo momento. Esto ocurre quizás porque la película esta planteada más como una fantasía musical y de esta forma rinde mejor homenaje a un artista que supo suplir sus carencias físicas con trajes cada vez más extravagantes.
Dexter Fletcher, director de la cinta, ha hecho un trabajo más que solvente. Algo que sin duda no pudo hacer en Bohemian Rhapsody donde le llamaron para completar los pedazos inacabados que dejó Bryan Singer, al que despidieron a mitad de rodaje. No fue el único cambio que sufrió la película durante su realización. El primer actor contratado para hacer de Freddie, Sacha Baron Cohen, abandonó la grabación precisamente por no esta de acuerdo con el blanqueo al que se estaba sometiendo al cantante. Es verdad, que Rami Malek realizó finalmente un trabajo encomiable, lo que le valió un Oscar por su interpretación. Sin embargo, hay que puntualizar que tuvo que ser doblado en las escenas en las que tiene que interpretar las canciones de Freddie. Taron Egerton por su parte, actor al que solamente habíamos visto en ‘Kingsman: Servicio secreto’ , borda las canciones, siendo él quien realmente las canta.
Seguramente Rocketman es el tipo de película que a Freddie Mercury le hubiera gustado ver sobre su persona. Pues al igual que Elton era una showman y un animal de escena. Antes de morir pidió a sus compañeros que hicieran lo que quisieran con su música pero que nunca le hicieran parecer aburrido. No estamos seguros de que lo hayan conseguido.