La imagen del bebe del segundo disco de Nirvana es una de las portadas más famosas de la historia del rock.
Spencer Elden tenía apenas cuatro meses de edad el día que posó ante la cámara de Kirk Weddle. Sus padres se turnaron para sujetar al niño bajo el agua en una piscina de Pasadena. Les pagaron 200 dólares por la sesión, algo con lo que Spencer no esta muy contento, pues piensa que debería cobrar más por derechos de imagen de una portada que se ha hecho tan famosa.
Pese a su aparente resentimiento actual, cuando uno visita su cuenta de Instagram puede ver que todavía se siente orgulloso de ser el bebe que nada detrás de un billete de dólar. Incluso en 2011 accedió a posar de nuevo para la revista Rolling Stone al cumplirse el décimo aniversario del disco.
En la actualidad, Spencer reside en Los Ángeles y se dedica profesionalmente al arte urbano. En 2003 también apareció en la carátula del disco “The Dragon Experience” de Cevin Key, aunque esta vez no tuvo tanta repercusión.
Ahora que se cumplen 30 años no se sabe si Geffen Records querrá compensar de alguna manera a Spencer, quien incluso llegó a tatuarse el nombre del disco en su pecho. También podrá cobrar a cualquiera que quiera inmortalizarlo de nuevo recreando la imagen original.
Aún así no se puede decir que Spencer sea precisamente millonario. Sigue viviendo en casa de su madre y conduce un Honda Civic Y eso que su imagen ha sido versioneada hasta por Matt Groetning, creador de los Simpsons, hizo su propia versión, eso sí no se atrevió a mostrar el pene de Burt. Según contó a la revista Time, al Spencer actual tampoco le hace gracia que “Cuando voy a un partido de béisbol suelo pensar: ‘Tío, probablemente todos en el estadio me han visto desnudo siendo un bebé’.
Ni Dave Grohl ni Krist Novoselic, supervivientes de la banda de grunge, se han puesto nunca en contacto Spencer, algo de lo que también se siente bastante dolido.
Pese a todo, seguirá formando parte de la historia de un grupo que tuvo una carrera corta pero espectacularmente exitosa.