El cuarto disco de Led Zeppelin no tenía título, solamente unos extraños símbolos que representaban a cada uno de los cuatro miembros de la banda.
La reacción tras la publicación de Led Zeppelin III no había sido demasiado buena. Parte de la crítica consideraba el disco demasiado blando, algo incomprensible pero ya se sabe los críticos no siempre aciertan. Fue esa la razón principal por la que Jimmy Page decidió que el siguiente álbum de la banda no tendría título. Pidió entonces que cada miembro de la banda escogiera un símbolo que lo representará. Al fina y al cabo como todo el mundo sabe era un enamorado de lo exotérico, como fiel discípulo de Alexis Crowley. Por supuesto a Atlantic Records, sello discográfico del grupo, no le hizo mucha gracia. Pero Led Zeppelin tenía ya suficiente peso en la industria como para imponer su visión artística.
Publicar el disco sin título fue el motivo por el que inmediatamente los fans comenzaron a referirse al disco como Led Zeppelin IV. Aunque también en algunos lugares se refieren al álbum como Four Symbols.
El significado de los símbolos
Page decidió diseñar el mismo su propio símbolo. Ha habido bastante controversia a lo largo de los años sobre el significado, pues el guitarrista se negó a dar ningún tipo de información. Lo único que se sabe es que este símbolo apareció por primera vez en 1557 como representación de Saturno. La gente suele referirse a él y por consiguiente al guitarrista como «Zoso», aunque en realidad no es una palabra.
John Paul Jones escogió su símbolo del Libro de los Símbolos de Rudolf Koch. Se trata de tres círculos que convergen en un punto formando lo que se conoce en matemáticas como vesica piscis. Tiene la intención de simbolizar a una persona que posee confianza y competencia.
John Bonham escogió su símbolo del mismo libro que Jones. Representa la santísima trinidad de Madre, Padre e Hijo. Aunque un significado más mundano y más acorde con la personalidad del fallecido batería es su parecido con el logotipo de la cerveza Ballentine.
Robert Plant también diseñó su propio símbolo. Se trata de una pluma dentro de un círculo. Según parece esta basado en el signo de la civilización perdida Mu.
El quinto símbolo
De lo que mucha gente no se dio cuenta es que en el disco había en realidad cinco símbolos. La canción «The Battle of Evermore» tenía un pequeño símbolo junto al título. Éste fue elegido por Sandy Denny, la cantante invitada que interpreta la canción junto a Plant. La figura compuesta por tres triángulos equiláteros, funcionaba como una especie de asterisco.
Durante la gira de presentación del álbum por el Reino Unido en el invierno de 1971, los símbolos se podían ver en el equipo del grupo; el de Page aparecía en uno de sus amplificadores, el de Bonham en su parche de bombo, el de Jones en una cubierta para su piano Rhodes y el de Plant en el costado de uno de los equipos de megafonía. Solo se conservaron los símbolos de Page y Bonham en giras posteriores.
Más allá de los cuatro símbolos
Los cuatro símbolos no eran lo único misterioso en la cubierta del disco. La pintura del siglo XIX que aparece en la portada fue adquirida en una tienda de antigüedades por el propio Plant. La pintura aparece colgada en la pared de una casa medio derruida. Cuando se abre la doble carpeta, se puede apreciar al fondo una torre de edificios, más concretamente la torre Salisbury en el distrito Ladywood de Birmingham. Según el propio Page, se trataba de mostrar la dicotomía entre lo nuevo y lo viejo, la ciudad y el campo.
Más extraña todavía era la ilustración del interior creada por Barrington Coleby. «El Hermitaño» estaba inspirado en la carta del tarot que lleva el mismo nombre. En uno de los pasajes de la película «The Songs Remains the Same» de 1976, Page interpreta a este personaje.