El coronavirus se ha llevado por delante a RockdeLux, uno de los bastiones que sostenían la maltrecha prensa musical española. Desde hace ya algún tiempo, la prensa en papel vive horas bajas, pero la pandemia ha acabado de rematar la débil supervivencia de la publicación.
Hace tan solo cuatro meses celebran 35 años de publicaciones con un número especial, hoy convertido casi en un epitafio. Este ejemplar se reedita ahora junto a la publicación de Mayo, en la cincuenta y cinco colaboradores se despiden con sus recomendaciones de series, películas, cómics, discos, etc. para pasar el confinamiento. En su último editorial escribían: “Fomentando debates, provocando críticas, educando con un criterio muy particular y nada complaciente. Haciendo amigos y enemigos sin la tibieza de las cosas neutras. Apostando por el riesgo desde la actualidad, pero analizando el porqué de ese presente con conocimiento de causa”.
Porque todo tiene un principio y un final
RockdeLux comenzó su andadura en 1984. con parte del equipo de la mítica Vibraciones y de la posterior Rock Espezial. Aunque su apuesta fue desde el principio la música alternativa, no dudaban en promocionar a superestrellas como Madonna o Beyoncé, si la calidad de sus trabajos lo merecía. Pero sobretodo fueron un trampolín para grupos españoles que no tenían tanta cobertura en otros medios (sobretodo si estos provenían de la escena indie). Así pudieron presentar sus discos en sus páginas artistas como La Casa Azul, Christina Rosenvinge o Los Planetas. Estos últimos fueron uno de los grupos más protegidos y venerados por el equipo editorial de la revista. Con el tiempo se convirtieron también en asesores de festivales emergentes como el Primavera Sound y de Barcelona Acció Musical (BAM).
Se les podrá criticar por no tener más mujeres en su plantilla o por no saber abrirse a nuevos estilos musicales. Pero de lo que no cabe duda es que RDL ha mantenido cierta independencia a lo largo de los años. Algo cada vez más difícil desde la llegada de las redes sociales, donde lo efímero se impone sobre lo imperecedero.
En todos estos años ha habido portadas y ediciones que han destacado por encima del resto. Como aquel número especial dedicado a los 200 mejores discos de la historial del rock. Ganó The Velvet Underground & Nico con su portada del plátano diseñada por Andy Warhol. También por su puesto el número de Febrero de 2016, el año que murió Bowie, apareció en portada con su rayo de Aladdine Sane. O aquella en la que aparecía el maravilloso diseño de Javier Aramburu para Los Plantetas. Precisamente el músico e ilustrador ha querido decir adiós con una imagen basada en el cartel diseñado por Saul Bass para la película Bonjour Tristesse de Otto Preminger.
Quizás se podría haber considerado una reconversión en revista digital, como ya en su día hicieran revistas como Efe Eme. Pero los usuarios todavía no están acostumbrados a pagar por este tipo de contenido de forma online. La otra opción era sobrevivir a base de artículos no remunerados como hacen otras publicaciones del sector. Algo que sus creadores descartaron por alejarse del espíritu original de la publicación.
Aunque RockdeLux se va todavía quedan otras publicaciones musicales como Popular 1 o Ruta 66. Esperemos que sean capaces de sobrevivir esta crisis económica que se avista en el horizonte.