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The Wall: un espectáculo en tres actos.

En 30 de noviembre de 1979, hace 40 años, se publicó The Wall. La obra conceptual estuvo desde el principio concebida para abarcar un disco, una gira y una película. Pero The Wall también es la obra que estuvo a punto de terminar con la carrera de Pink Floyd, y de hecho supuso el principio del fin.

Los origenes de The Wall se remontan a 1977. Durante la gira de Animals, en un concierto en Montreal, Roger Waters acaba escupiendo a un fan que no paraba de gritar y molestar durante el show. Este hecho fortuito, propicio que germinara una idea en la cabeza del bajista, la de interponer un muro entre el grupo y su público. Aunque la historia que se desarrollará finalmente en la ópera rock tiene un gran componente personal basado en los recuerdos de Roger y la ausencia de su padre fallecido durante la Segunda Guerra Mundial.

EL ALBUM

Waters presentó a sus compañeros de banda dos maquetas, una que contenía una versión primaria de The Wall y otra de lo que acabaría convirtiéndose en «The Pros and Cons of Hitch Hiking», el primer disco en solitario de Roger Waters. La banda votó por The Wall pues vieron enseguida el potencial visual que tenía el proyecto.

Para abordar tan magna obra, Roger contrató los servicios de Bob Ezrin, quien ya había trabajado con artistas como Peter Gabriel, Lou Reed o Alice Cooper. Fue Ezrin quien convenció a Roger de darle al álbum una dimensión más universal, pues su historia personal no interesaría a tanta gente. Sin embargo, pronto comenzarían los problemas.

Richard Wright no atravesaba un buen momento personal, su matrimonio se estaba rompiendo y estaba sumido en una depresión. Sus aportaciones al disco estaban siendo prácticamente nulas. Para complicar más las cosas se negó a abandonar sus vacaciones para continuar trabajando en el disco. Esto acabó con la paciencia de Roger que exigió su marcha del grupo aunque pudo quedarse como músico de sesión.

Respecto al resto de miembros de la banda, David Gilmour sabía que el fuerte de Roger estaba en las letras pero no tanto en la música. De esta forma pudo aportar al menos dos grandes composiciones, Comfortably Numb y Run Like Hell. Por los menos, apareció como co-productor del disco en los créditos finales.

Otra de las incorporaciones importantes para trabajar en el álbum fue la del dibujante y animador británico Gerald Scarfe. Suyo es el diseño de la portada del disco, minimalista por un lado y algo más colorida en su interior. Era la primera vez que una portada de Pink Floyd no tenía un diseño de Hypgnosis. Las primeras impresiones no incluían el nombre del grupo pero finalmente se incluyo un papel de celofán con el nombre y el título del álbum. Los dibujos de Scarfe ayudaron a Waters a desarrollar las letras del disco. Creo imágenes muy potentes que representaban diversos personajes de la historia: la madre, el profesor, la esposa, el juez… Aunque la imagen más potente visualmente hablando era la de los martillos como símbolo de la opresión. Su mayor contribución sim embargo vendría en los siguientes actos de la producción de The Wall.

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Interior de la carpeta del disco

LA GIRA

Llevar un disco como The Wall de gira no era fácil. La complejidad del disco y los medios de principios de los ochenta no eran una ayuda. Esto propició que se dieran muy pocos shows. Se encontró no obstante un sistema para poder construir el muro sobre el escenario. Cajas de cartón plegables fue la solución elegida.

Otro de los elementos importantes durante el show eran las marionetas de Gerald Scarfe. En la gira anterior de Animals ya habían usado marionetas hinchables, así como el famoso Pinkie que volvería a reutilizarse para esta gira. Muchos de estas marionetas pudieron verse en la exposición de Pink Floyd en Madrid.

La gira fue un desastre financiero e irónicamente el único que acabo ganando algo de dinero fue Richard Wright al estar contratado como músico asalariado. Hubo que esperar a 1990 para ver de nuevo el espectáculo en directo. En esta ocasión fue Roger Waters quien realizó un concierto junto a artistas de renombre para conmemorar la caída del muro de Berlin. Posteriormente, Waters puso en marcha la gira The Wall Live (2010-2013), una de las más complejas y ambiciosas de la historia del rock. Aquí la tecnología si estaba lo suficientemente desarrollada y la gira fue todo un éxito, convirtiéndose en la gira con más ganancias de un artista en solitario.

LA PELÍCULA

Para poner en marcha la película que cerraría la trilogía multimedia se decidió contratar al director británico Alan Parker. Cineasta reputado que venía de cosechar un éxito con Fama (1980). Pronto empezarían, sin embargo, las desavenencias. Waters quería seguir controlando el proyecto, pero Parker no estaba dispuesto a aceptar las ideas del músico. Así adaptó la obra a una narrativa cinematográfica y se negó a incluir escenas de la gira como quería el bajista. Mejor relación tuvo con Scarfe, cuyas animaciones centran gran parte del metraje.

Para encarnar a la estrella del rock que protagoniza la película se escogió a un cantante, Bob Geldof. Curiosamente, era el líder de una formación punk irlandesa, The Boomtown Rats. Y el movimiento punk había denostado a grupos que consideraba dinosaurios, entre los que se encontraba Pink Floyd. Aún así, Geldof encajo perfectamente en el film e incluso interpretaba alguna de las canciones. En la banda sonora se incluyeron temas que no pudieron entrar en el disco como «What Shall We Do Now?» y «When The Tigers Broke Free».

El resultado final para algunos no es más que un videoclip alargado, pero lo cierto es que con el material que tenía, Parker consiguió un resultado bastante decente.

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