La mítica banda inglesa estrena nuevo disco con portada del gurú del Pop Art, Sir Peter Blake
The Who no publicaban un disco con material inédito desde Endless Wire, de 2006. Por eso, se esperaba con bastante expectación el nuevo lanzamiento de Pete Townsend y Roger Daltrey. Quizás pueda sonar un poco a despedida, a punto y final, pero el disco suena fresco y potente para unos músicos de 80 años. Para el diseño de la portada han contado con la colaboración especial de Peter Blake, famoso entre otras cosas por ser el responsable de la mítica imagen de Sgt. Pepper’s lonely hearts club band, junto con su entonces esposa, la también artista pop Jann Haworth. Blake ha recurrido a su conocido estilo de collage gráfico para juntar iconos de la cultura popular como Chuck Berry, Muhammad Ali o la diana de la RAF, relacionada desde hace años con la imagen del grupo.
No es la primera vez que el artista británico colabora con The Who. Ya lo hizo en 1981 en el disco Face Dances. Entonces utilizó también una cuadrícula característica de sus diseños pero jugando de las cara de los tres miembros del grupo (por aquel entonces John Entwistle todavía estaba vivo). Los colores ahora son mucho más vivos. El diseño se parece mucho más al de Stanley Road, el disco de Paul Weller de 1995, obra también de Blake.
Aunque Peter Blake pasará a la historia principalmente por ser uno de los creadores del Pop Art Británico, durante años también ha coqueteado con el diseño de portadas de discos. Suyos son también la portada del single de «Do they know it’s Christmas?» de Band Aid o el recopilatorio de Oasis «Stop the Clocks». Que a sus 87 años continúe en activo es digno de admiración.
El disco se ha grabado a caballo entre Los Ángeles y Londres y la producción a corrido a cargo del propio Townshend y D. Sardy. Puede que la edad haya disminuido el alcance del grupo pero ha aumentado su sensibilidad. En definitiva, un gran disco de rock que combina momentos vulnerables como «Break the News» con sensibilidad y joyas como «All This Music Must Fade» y «I Don’t Wanna Get Wise». Después de todos estos años, queda claro que la relación entre Daltrey y Townshend está en el centro y el corazón de Who, por lo que «Who» todavía se siente como un álbum Who.