Un documental reivindica el legado musical de Bee Gees

El documental «How Can You Mend a Broken Heart», de Frank Marshall, se esfuerza por mostrar una imagen más allá de sus éxitos disco.

Los Bee Gees es uno de esos grupos que no tienen termino medio, o los amas o los odias. Pero los números están ahí, a lo largo de su carrera escribieron cerca de 1000 canciones (How deep is your love, Stayin’ alive, Too much heaven…), de las cuales 20 llegaron al número uno en el Reino Unido y USA. El documental dirigido por Frank Marshal se ha estrenado en España simultáneamente en Amazon Prime Video, AppleTV y Google Play.

Desgraciadamente, de los tres hermanos, solamente contamos con el testimonio de Barry Gibb, tras el fallecimiento de Maurice (2003) y Robin (2012). Quizás por esto, el documental recurre a entrevistas con personajes tan alejados en principio del universo Bee Gees como Eric Clapton, Justin Timberlake o Noel Gallagher. Este último expone una singular teoría de que no hay nada igual al sonido que se consigue cuando se fusionan las voces entre hermanos.

A lo largo de la cinta queda claro como la música disco supuso a la postre una etiqueta injusta, pues más allá del éxito cosechado con la b.s.o. de Saturday Night Fever, los Bee Gees fueron sobre todo un gran grupo de pop. Afortunadamente, a principios de los ochenta supieron reinventarse como grandes compositores para otros artistas como Barbra Streisand o Dionne Warwick.

Para los neófitos en la carrera del grupo, puede sorprender descubrir en la cinta a Andy Gibb, el hermano menos famoso, algo así como el cuarto de los hermanos Marx. Aunque llegó a tener algún pequeño éxito, falleció unos días antes de ser admitido como miembro oficial del grupo. También que la fuerza motora original para que se dedicaran al show business fue su padre, algo así como el Joe Jackson de la saga Jackson.

Si algo se echa en falta en el documental es que no ahonde un poco más en la vida de sus miembros, sobretodo no pasa de puntillas sobre sus rivalidades, principalmente entre Barry y Robin, algo en principio inevitable entre hermanos. De la misma forma se obvia sus momentos más bochornosos, como su aparición en la infame versión cinematográfica de “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” (1978).

Pero «How Can You Mend a Broken Heart» se centra sobretodo en la música y la intrahistoria de alguna de sus canciones más célebre como «To love somebody», escrita inicialmente para Otis Redding, quién moriría en accidente de avión antes de poder llegar a grabarla.

Por supuesto, también se narra como llegaron a su famoso falsete, algo que por otra parte ya hacían los grupos de color antes que ellos. Fue durante la grabación de Nigths on Broadway cuando Barry probó a incluir en los coros finales lo que a la postre se convertiría en su seña de identidad.

Al final no se puede evitar cierto sabor agridulce, con Barry confesando a cámara que cambiaría cualquiera de sus éxitos por traer a sus hermanos de vuelta. Pero, por supuesto, siempre nos quedará sus música. Y uno de los efectos de una película como esta es llevarte de regreso a algunas de esas pistas o descubrir las que no conocías. 

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